HISTORIA
Los primeros restos arqueológicos que se han encontrado en Assilah son los restos fenicios que datan del siglo II a.C. Gracias a estos restos, se ha podido determinar que esta zona costera fue visitada por los fenicios y griegos y, posteriormente, por los cartagineses, con quienes la ciudad gozó de un alto estatus gracias al comercio, llegando a disponer de su propia moneda. Más tarde, sería ocupada por los romanos en el siglo I a.C.
Sin embargo, el nombre de Assilah vendrá más tarde, concretamente en el año 712, cuando la ciudad es conquistada por los árabes y se convierte en un importante enclave comercial para los mercaderes del sur de España y las regiones vecinas. En esta época, paralelamente al desarrollo comercial y económico de la ciudad, se produce un resurgimiento cultural promovido por una generación de escritores y sabios, que coincidirá con la época de los idrisidas.
Portugal será la primera potencia europea en llegar a la zona, concretamente en el año 1471, cuando los portugueses transformaron la ciudad en un centro comercial, convirtiéndola en una fortificación dedicada al comercio en la ruta del oro sahariano. El mismo monarca portugués Sebastián I, llegó con su ejército a la ciudad en 1578 con la intención de conquistar Marruecos. Sin embargo, el monarca portugués sería derrotado en Alcazarquivir, haciendo que Assilah entonces volviese al poder de los saidies.
Tras la muerte del rey portugués, la ciudad pasaría a manos de la corona española, por lo que la ciudad fue una importante fortaleza entre los siglos XV y XVI. En 1691, fue de nuevo reconquistada por Mulay Ismail y en 1906 Raisuli se proclamó pachá creando un régimen de terror. Mientras tanto, la ciudad sufriría daños debido al importante bombardeo que sufrió en 1860 por parte de la armada española.
LA MEDINA
Las mencionadas murallas construidas en el siglo XV por el monarca portugués Alfonso V, de quien aún se puede observar su escudo en una de las torres, está formada por bloques de piedra calcárea. Se conservan en un excelente estado, tienen una longitud de 1250 m. y están reforzadas por 6 torreones semicirculares, dispone de 5 puertas (Bab) que la comunican con el exterior y que conforman la Medina o ciudad antigua.
Podemos optar por entrar en la Medina por la Puerta del Mar Bab Bahr (1) frente al Parking del puerto. Los primeros edificios con los que nos encontramos (derecha) son de la época del protectorado, como la medersa coránica (o Madrasa, escuela del Corán), y junto a esta, las escuelas de Sidi Mohamed Ali Marzok (a), obras de Larrucea de los años 1929-30 y (izquierda) con el torreón portugués El Karma (b) que resistió el dramático asedio de 1508 pero no la desafortunada restauración de 1993. Si seguimos la fachada marítima de la muralla (oeste) nos encontramos con la plaza Ibn Khaldoun (c) desde la que se puede contemplar una romántica puesta de sol. Continuando nuestro recorrido nos encontraremos con la puerta de acceso al Palacio Raissouli (d), construido al comienzo del siglo pasado por el famoso bandido y convertido recientemente en Palacio de la Cultura
Seguimos las murallas hasta llegar a un torreón (e) que se adentra en el mar (La Karaki) y desde el que se puede contemplar una bonita vista de la fachada marítima de la Medina y del cementerio de Sidi Mansour (f). Destaca la cúpula del mausoleo (morabito) y el cementerio mujaidin con las tumbas embaldosas con azulejos multicolores. Un lugar ideal para contemplar la puesta de sol. Al lado una fotogénica puerta que da al mar (Bab Krikiya) (1).
Continuamos paseando con destino al Zoco por la calle Sidi Tayeb, pasamos por la Mezquita Ben Ayad (g), calle Sidi M´Barek que da nombre a la mezquita (h), calle Al Kadi con su mezquita Zegouri (i) hasta llegar a nuestro siguiente destino el Souk o Zoco de la Medina, un lugar ideal para deambular sin rumbo y sin prisas y realizar las compras.
Podemos optar por salir a la ciudad moderna por la puerta Bab el Homar (5) (Ver Ciudad moderna) o continuar hacia la plaza Sidi Abdellah (j), seguir por la calle Al Kasaba (k) en donde está situado el Centro Hassan II de Encuentros Internacionales y en frente la Gran Mezquita. Antes de salir por la puerta Bab Kasaba (3) podemos ver a la izquierda una bonita casa de piedra.
CIUDAD MODERNA
La mejor opción para iniciar la visita a “la otra” Assilah es arrancar el recorrido desde el mismo punto (Parking del puerto), bordeando siempre la muralla, pasar por delante de la puerta Bab La Kasaba (3), continuar por la Av Hassan II, donde encontraremos la puerta Bab El Homar (5) y terminar en el pequeño, pero curioso, zoco de Ahfir (l) donde se vende una sabrosa fruta marroquí, cerámica popular y aves.
Merece la pena recorrer la Av. Hassan II, calle comercial por excelencia y zoco preferido por los lugareños para aprovisionarse de productos uso diario. Volver por nuestros pasos hasta la Plaza Zallaka (3) y continuar por la avenida peatonal Abdel Moumen Ali Bnou hasta la plaza Mohamed V (m), centro neurálgico de la ciudad. En ella está ubicada una de las entradas al Mercado Central cubierto que aconsejamos visitar. Saliendo por la otra puerta llegamos a la Iglesia Católica. Descender hasta el Paseo Marítimo por la Av. Principe Iritier Sidi Mohamed (n) hasta completar el circuito.