Ir de compras en Marruecos

Marruecos es el paraíso de las compras y comprar la obsesión del occidental, y eso lo saben en todo Marruecos, aunque el tópico es que al español le sobran euros, y nada impide en la religión musulmana tratar de sacárselos, eso si, siempre de forma lícita. Comprar consiste en dialogar, en demostrar agudeza mental, capacidad de negociar y paciencia. Algo que en España casi se ha perdido, pero que no nos quedará mas remedio si queremos salir airosos de una jornada de compras que re-encontrar en nuestra genética, El método es válido, tanto si quieres comprar unas babuchas o una alfombra. Te venderán hasta lo que tu ni siquiera imaginas que puede existir. Un truco sencillo, comprar fuera de horas de máxima afluencia, sobre todo a última hora del día, cuando el marroquí ya está cansado.

Es importante aplicar el método del regateo. ¿Cómo arruinar el día a un marroquí?. Aceptando el primer precio que te da, ya que estará todo el día preguntándose cuanto podría haberte sacado y como no estamos dispuestos a ir arruinando días debemos entrar en el juego. Si estás interesado en un artículo, muestra interés por otro diferente y cuando no llegues a un acuerdo con el vendedor luego desinteresadamente  le preguntas por el  que de verdad te interesa. Como no querrá perder otra venta te ofrecerá un precio más real, ofrécele una tercera parte, hasta llegar a un acuerdo, pero si el te pregunta cuanto le das no digas una cantidad, ya que no podrás regatear más.  Tampoco debes de olvidar que ellos se conocen todos nuestros trucos, así que al final juega su habilidad y la tuya.

Ir de compras es una de las actividades más interesantes que practica el turista,  el paseo por  las medinas y sus zocos es imprescindible para conocer el país, y no hay nada como deambular por sus calles entrar a curiosear en las tiendas, preguntar y tocar todo lo que se nos antoja, al mismo tiempo que buscamos, como no, la mejor  ganga, aunque tampoco hay que olvidar que podemos encontrar autenticas obras de arte y antigüedades escondidas en rincones que no podríamos haber imaginado. Pasear por los zocos es una maravillosa fiesta para los sentidos.  Por otro lado, la artesanía es uno de los polos de atracción del país. Vamos a hacer una somera descripción de los artículos más importantes que podemos encontrar.

En primer lugar, como no, las alfombras. Hay tantos tipos de alfombras como tradiciones tribales, pero vamos a hacer dos tipos: las alfombras bereberes o kilims y las árabes. Los kilims son de lana formando nudos o tejidas, varían de forma tamaño y dibujo según a que región pertenezcan, por ejemplo las largas y estrechas y flexibles son del Alto Atlas. Generalmente los tintes son de extractos vegetales, (cuidado al lavarlos aunque digan que no destiñen so suele ser cierto y podemos estropearlos) aunque cada vez se incorporan más tejidos sintéticos. Las alfombras árabes incorporan motivos geométricos y florales, presentan una perfecta simetría y son tejidas en ciudades como Rabat, Sale y Casablanca.

Para comprar una alfombra primero nos tiene que gustar el color y el dibujo, después hay que fijarse en el material, la densidad del tejido o nudo y la suavidad. El valor de la alfombra está relacionado con el numero de nudos por hilera, y los precios oficiales se establecen por metro cuadrado, hay alfombras que pueden llegar a tener 380 nudos por metro cuadrado. Los precios no suelen estar marcados, cuando un cliente muestra interés por una pieza el tendero le da el precio inicial, que generalmente no guarda ninguna relación con su valor real, aquí comienza el juego, si de verdad estás  interesado puedes hacer una contraoferta que no debe de superar la tercera parte de lo que te han ofrecido, tras el te a la menta que te ofrecerán  la conversación y algún juego que otro, como no mostrar demasiado interés, levantarse y hacer ver que no nos interesa y dirigirnos a la calle, llegaremos a un acuerdo que no debería de sobrepasar la mitad de lo que nos ofrecieron al principio. Hay que tener en cuenta que el vendedor jamás perderá dinero con su venta.

Conseguir un artículo a buen precio no es solo un ahorro, sino una satisfacción personal que además nos permite adentrarnos en una cultura distinta.

Objetos en madera. Propios de Salé, Marrakech, Fes, Meknes, Tetuán y Essaouira. Las maderas proceden de los bosques del Rif y del  Atlas. Ébano y limonero para marquetería y enchapado, cedro y nogal para puertas talladas o incrustadas y techos, alerce para muebles y objetos decorativos y tuya para bandejas, cajas y marcos.

Cerámica. Fes es uno de los centros ceramistas más reputados del país, con sus refinadas piezas alternando el azul y blanco o multicolores sobre fondo blanco. Safi destaca por su variedad de colores y los motivos bereberes. También son importantes Salé y Meknes.

Marroquinería. Este si que es un trabajo artesano de gran tradición, la visita a un taller de cueros es  probablemente el descenso al submundo social más impactante que puede hacerse en Marruecos, donde se mantiene el sistema de encurtido y limpieza a base de cal viva, ácido sulfúrico, sal y tintes potentes. En estos barrios pestilentes se mueven mayores, jóvenes y niños sin ninguna protección, malviven y duermen incluso, simplemente para que sus productos acaben vendiéndose en subastas y convertidos en trabajos de marroquinería barata para turistas.  Podremos visitar estos barrios en la medina de Marrakech, Fez. Tetuán, Meknes, etc. Aviso para los que no soportan los olores es mejor no acercarse, aunque yo personalmente lo recomiendo como algo que por lo que representa, debe de conocerse.

Objetos de cobre y latón. En las medinas oímos el constante martilleo de los artesanos del cobre y latón que crean objetos domésticos como teteras, bandejas, platos candelabros, faroles, etc. También se trabaja mucho el damasquinado (incrustaciones con otro metal).

Ropa, desde los impresionantes caftanes bordados en oro, hasta las chilabas, túnicas, etc. Además de otro tipo  de tejidos, como los de tapicería, cortinajes, colchas etc. Todo esto lo podemos ver en numerosas tiendas repartidas por todos los zocos del país.
En las zonas rurales podemos comprar cestas, vasijas de terracota

¿Qué podemos comprar?

En Fez. Capital de la artesanía. Tejidos de brocado, lana y seda, y bordados en seda y oro, cobre cincelado, marroquinería, talabartería alfombras de Imouzzer de Kandar y lo más conocido, su maravillosa cerámica “azul de Fez”.

En Rabat. Trabajos en hierro blanco, cuero, bordados y alfombras, entre estas son muy apreciadas las de motivos florales inspiradas en Asia Menor. En Sale sus tapices “Taif”, cestería, esteras de junco natural y teñido mantas de lana con diseño geométrico y objetos de madera de tuya con incrustaciones y alfarería.

En Tánger tenemos de todo el país, pero de la zona destacan los trabajos en cuero, bolsos y babuchas y las alfombras inspiradas en las del Medio Atlas y joyas.

En Tetuán: bordados, marroquinería, marquetería alfarería y joyería con mucha filigrana.

En nuestra medina de Asilah, podemos encontrar casi de todo, porque nuestros comerciantes suelen viajar por Marrakech, Fes o Rabat buscando todo tipo de artículos de manera que en el zoco tenemos una gran variedad de alfombras, faroles, babuchas, ropa, cerámica, marroquinería, etc. y dado que es una medina pequeña podemos manejarnos fácilmente a la hora de realizar nuestras compras.

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