Historia de Marruecos

El actual territorio de Marruecos ha estado poblado desde tiempos del neolítico, por lo menos desde el año 8000 a. C., atestiguado por rasgos de la cultura capsiana, en tiempos en que Magreb era menos árida de lo que es actualmente. Muchos teóricos creen que la lengua bereber apareció al mismo tiempo que la agricultura, y fue adoptada por la población existente, así como los inmigrantes que la trajeron. Análisis más modernos confirman que varios de esos pueblos han contribuido genéticamente en la población actual, incluyendo, además a los principales grupos étnicos –es decir, bereberes y árabes– fenicios, sefardíes, judíos y africanos subsaharianos. En el periodo clásico Marruecos fue conocida como Mauritania, que no debe confundirse con el actual país de Mauritania.

Marruecos romana y posromana

El norte africano y Marruecos fueron lentamente dibujados dentro del mundo Mediterráneo por las colonias de intercambio y poblados fenicios en el periodo clásico. La llegada de los fenicios anunció un largo dominio en el ancho Mediterráneo, aunque esta estratégica región formaba parte del Imperio Romano, conocida como Mauritania Tingitana. En el siglo V d.C., al caer el Imperio Romano, la región cayó bajo domino de vándalosvisigodos y, posteriormente, bajo el Imperio Bizantino en una rápida sucesión. Sin embargo, durante este tiempo, los territorios de las altas montañas permanecieron bajo el dominio de los habitantes bereberes.

Primeros tiempos islámicos

Marruecos se modernizó a finales del siglo VII, con la llegada del Islam, que produjo la conversión de muchos bereberes y la formación de estados como el Reino de Nekor. El país pronto perdió el control del distante Califato Abbasí de Bagdad bajo el poder de Idris I, fundador de la de los Idrisíes en el año 789. Marruecos se convirtió en el centro de aprendizaje y la mayor potencia regional.

El país alcanzó su mayor poderío cuando una serie de dinastías bereberes remplazaron a los idrisíesárabes. Primero los almorávides, después los almohades, quienes verían a Marruecos tras gobernar gran parte del noroeste africano, así como grandes territorios de la Península Ibérica o Al-Ándalus. Pequeños estados de la región, como Barghawata y Banu Isam, fueron conquistados. El imperio se derrumbó a causa de un largo periodo de guerras civiles

Marruecos

La dinastía alauí mantuvo temporalmente el control del país. Los alauitas tuvieron éxito en estabilizar su posición, aunque el reino era más pequeño que los anteriores en la región, seguía manteniendo sus riquezas. En 1684 se anexionaron Tánger a su territorio.

Marruecos fue el primer país en reconocer a los Estados Unidos como una nación independiente en el año 1777. El Tratado de Amistad Marroquí-americano es considerado como el más antiguo tratado no quebrado de los Estados Unidos. Firmado por John Adams y Thomas Jefferson, ha estado en continuo efecto desde 1783. El consulado de Estados Unidos en Tánger es la primera propiedad que el gobierno norteamericano posee en el exterior. El edificio actualmente funciona como museo.

Influencia europea

Acertados esfuerzos portugueses por controlar la costa del Atlántico en el siglo XV no afectaron profundamente el corazón mediterráneo de Marruecos. Después de las Guerras Napoleónicas, Egipto y la norteafricana Magreb llegaron a ser cada vez más ingobernables desde Constantinopla, los recursos piratas de los beys locales, y la Europa industrializada, resultaron un potencial creciente para la colonización. El Magreb tenía grandes riquezas comparada con el resto de África aún desconocida y una importante localización estratégica que afectaba la salida del Mediterráneo. En un primer tiempo, Marruecos se convirtió en un estado con cierto interés en las potencias europeas. Francia mostró un fuerte interés en Marruecos desde 1830. Reconocido por el Reino Unido en 1904, la esfera de influencia francesa en Marruecos provocó una reacción alemana; la crisis de junio de 1905 fue resuelta en la Conferencia de Algeciras, realizada en España en 1906, en donde se formalizó una «especial posición» francesa y se le confió la política de Marruecos a Francia y España en común. Una segunda crisis marroquí provocada por Berlín incrementó las tensiones entre las potencias europeas.

El Tratado de Fez (firmado el 30 de marzo de 1912) convirtió a Marruecos en un protectorado de Francia. Por el mismo tratado, a partir del 27 de noviembre del mismo año, los territorios de norte (en torno a las ciudades de Ceta y Melilla) y del sur (fronterizos con el Sahara Español) se convirtieron en el Protectorado español de Marruecos. Francia y España controlan la Hacienda, el ejército y la política exterior de Marruecos en sus respectivos protectorados. En teoría éstos no suponen ocupación colonial, están regulados por tratados y Marruecos es un Estado autónomo protegido por Francia y España pero bajo soberanía del sultán. En la práctica Marruecos se convirtió en colonia de Francia y España, especialmente desde 1930.

La ciudad de Tánger, junto al Estrecho de Gibraltar, obtiene carácter de ciudad internacional por el estatuto de 1923.

Una parte de la población marroquí se opuso a la ocupación colonial europea. Los franceses tuvieron que luchar contra las tropas de Al Hiba entre 1912 y 1919 en la zona deMarrakech. Los bereberes del Rif se rebelaron contra los españoles entre los años 1909 y 1926. En 1931 hubo nuevas rebeliones bereberes en el Atlas Medio y en el Antiatlas.

En el protectorado francés se produjo una llegada masiva de colonos franceses (llegaron a ser 500.000 en 1950) los cuales cultivaron las mejores tierras. Los colonos adquirieron esas tierras, en total 1.100.000 hectáreas, de varias maneras: apropiándose de las tierras comunales (melk), y obligando a los campesinos minifundistas marroquíes a venderles sus tierras. Por otro lado el gobierno francés construyó carreteras, puertos, ferrocarriles, redes de telefonía, navegación aérea. También se explotaron minas de hierro, cobre, manganeso, plomo, zinc y, sobre todo, los fosfatos de Khouribga y Yusufía. La colonización francesa provocó la ruina de la artesanía autóctona, desplazamientos bruscos y abusivos de población activa y se preocupó poco o nada en invertir en vivienda y educación.

Muchos soldados marroquíes (goumieres) que servían en el ejército francés colaboraron con las tropas europeas y norteamericanas en la Primera y la Segunda Guerra Mundial.

Los sultanes de Marruecos fueron Muley Yusuf (1912–1927) y Mohammed V (1927–1961).

Resistencia al protectorado

Partidos políticos nacionalistas, que aparecieron bajo el protectorado francés, basaron sus ideales para una futura independencia marroquí en la Carta Atlántica durante la Segunda Guerra Mundial (una declaración entre los Estados Unidos y el Reino Unido que disponía, entre otras cosas, el derecho a la población de elegir la forma de gobierno bajo la cual quería vivir). El manifiesto del Partido Istiqlal en 1944 fue una de las primeras demandas públicas por la independencia. Posteriormente, el partido, dirigido por Allal al Fassi, tendría el liderazgo del movimiento nacional.

En los años cincuenta el nacionalismo marroquí se había extendido por Casablanca, Rabat, Fez, Tetuán y Tánger y es apoyado por la burguesía urbana y, más tarde también por los campesinos. El partido Istiqlal consigue el apoyo de Mohammed V y de la Liga Árabe en 1950. Ese año Mohammed V pide la independencia. En 1952 el caso de Marruecos está en la ONU.

El 23 de agosto de 1953 Francia envía al exilio en Madagascar a Mohammed V. El Sultán fue reemplazado por el impopular Mohammed Ben Aarafa, y su reinado fue percibido como ilegítimo, esparciendo una activa oposición al protectorado francés por todo el país y dañando la imagen exterior de Francia, que no consigue apoyos. Los árabes se rebelan contra los franceses. Durante el verano de 1955 una oleada de atentados terroristas ataca objetivos franceses en Marruecos, la cual es respondida con la represión policial. El hecho más notable ocurrió en Oujda, donde los marroquíes atacaron a franceses y otros residentes europeos en las calles. Operaciones realizadas por el nuevo «Armée de Libération» (Ejército de Liberación), tuvieron lugar el día 1 de octubre de 1955. «L’Armée de Libération» fue creado por el «Comité de Libération du Maghreb Arabe» (Comité de liberación del Maghreb Árabe) en El Cairo (Egipto) para constituir un movimiento de resistencia contra la ocupación por parte del FNL en Argelia. Su meta era la vuelta del rey Mohammed V y la liberación de Argelia y Túnez. Durante el otoño de 1955 Aarafa renuncia al trono y Francia permitió el regreso de Mohammed V. Las negociaciones por la independencia marroquí comenzaron al año siguiente.

Todos estos eventos ayudaron a incrementar el grado de solidaridad entre el pueblo y el recién llegado rey. Por esta razón, la revolución de Marruecos, conocida como «La Revolución del Rey y su Pueblo» es celebrada cada 20 de agosto.

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